Me gusta cuando finges que me quieres... porque así, y sólo así, puedo fingir que me haces feliz, que soy feliz...
Dejé tus manos, es verdad, pero tu mirada aún no me deja... tu soplido, tus susurros no se van del enmarañado desastre que hay en mi cabeza... no aún.
Si quieres...podemos seguir fingiendo.
jueves, 30 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario